¿Debe su empresa declararse en concurso de acreedores? Buena pregunta. Demasiados empresarios piensan que el concurso de acreedores es la solución definitiva para los problemas financieros de su empresa.
Y, efectivamente, puede serlo. Pero dependerá del momento y de quién solicite el concurso. Para ello la capacidad de decisión del administrador de la empresa será definitiva.
Hemos consultado a algunos profesionales jurídicos, y estos abogados expertos en concursos de acreedores nos han hecho ver, que no es lo mismo que la empresa se declare en concurso de manera voluntaria a que se vea abocada a ello porque los acreedores lo solicitan.
En el primer caso puede que se llegue a tiempo para salvar la empresa, en el segundo, la sociedad tiene tanta deuda que, en la mayoría de los casos, solo se podrá certificar su desaparición.
Ahora que ya he captado su atención, siga leyendo para descubrir si debe o no, declarar su empresa en concurso de acreedores.

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¿Qué vas a encontrar en este post?
- 1 ¿Qué significa estar en concurso de acreedores?
- 2 ¿Cuándo se puede presentar un concurso de acreedores?
- 3 ¿Quién puede solicitar el concurso de acreedores?
- 4 ¿Qué pasará cuando tu empresa entre en concurso de acreedores?
- 5 ¿Cómo termina un concurso de acreedores?
- 6 ¿Qué debe hacer si su empresa empieza a tener una situación económica complicada?
¿Qué significa estar en concurso de acreedores?
Una empresa cuyo nivel de endeudamiento ha superado con creces los ingresos que produce puede generar una situación financiera insostenible.
El concurso de acreedores es un procedimiento legal para ayudar a gestionar las deudas de una empresa en situación de quiebra técnica o de inminente insolvencia.
Un concurso de acreedores puede abarcar, desde la situación de quiebra de una empresa, hasta la suspensión de pagos de esta. Con esta última como empresario pretenderá poder recuperar una situación financiera sostenible que permita a su sociedad mercantil subsistir.
Debe tener claro que el objetivo de declararse en concurso de acreedores es asegurar que las deudas se pagan de manera ordenada. De hecho, es fundamental que conozca que este proceso protege a los más vulnerables, como pueden ser los trabajadores, frente a los causantes de la insolvencia económica de la empresa, los administradores y consejeros.
¿Cuándo se puede presentar un concurso de acreedores?
La insolvencia es algo que no es fácil de declarar. Requiere un análisis de toda la situación económica y financiera de la empresa deudora para poder demostrar ante el Juzgado que no puede pagar sus deudas.
Pero aún hay más, puede darse el caso de que conozca la situación de insolvencia inminente de la empresa, pero no quiera hacerle frente. En esta ocasión sus acreedores podrán presentar el concurso si observan que no van a poder cobrar.
Por ello existen dos tipos de concurso, el voluntario y el necesario. Vamos a verlos a continuación.
Concurso de acreedores voluntario
Si su compañía se encuentra en un estado de insolvencia actual o inminente, presentar un procedimiento de concurso de acreedores voluntario puede ayudarle a conservar su empresa.
- Insolvencia actual: una «empresa endeudada» es aquella que no puede cubrir sus gastos corrientes. Dicho de otra manera, si la mercantil tiene problemas para pagar sus deudas, no lo dude, es insolvente.
- Insolvencia inminente: una sociedad mercantil se encuentra en este estado si prevé que no va a poder hacer frente a sus obligaciones de pago. Es decir, se corre el riesgo de caer en impagos si el flujo de ingresos no cubre los gastos.
Concurso de acreedores necesario
Pero de la misma manera, también sus acreedores pueden solicitar el concurso de acreedores de la empresa si están en alguno de los casos siguientes:
- Cuando existe una declaración administrativa o judicial previa de insolvencia de la empresa deudora
- Si se ha despachado ejecución o procedimiento de apremio sin que el embargo haya llegado a buen fin, porque la empresa no tuviese bienes conocidos suficientes para llevar a cabo el embargo.
- En el momento que existan embargos por ejecuciones en curso que afectan al patrimonio de la empresa deudora.
- Si incumple de manera generalizada sus obligaciones en el pago de facturas corrientes.
- Cuando su empresa no puede pagar obligaciones administrativas en alguno de los siguientes casos:
- las obligaciones tributarias exigibles durante los tres meses anteriores a la solicitud de concurso;
- las cuotas de la seguridad social u otros conceptos de recaudación conjunta durante el mismo período,
- el de los salarios e indemnizaciones a los trabajadores y demás retribuciones derivadas de las relaciones de trabajo correspondientes a las tres últimas mensualidades.
- Si como empresario intenta alzar o liquidar de manera apresurada o ruinosa los bienes de su empresa.
¿Quién puede solicitar el concurso de acreedores?
Tanto el deudor como los acreedores, e igualmente el mediador concursal, cuando se haya iniciado el procedimiento de acuerdo de pago extrajudicial, estarán legitimados para solicitar el concurso de acreedores.
En cualquier caso, si es dueño de la mercantil deudora, tiene la obligación de declararla en concurso en el plazo de 2 meses tras conocer o haber conocido su insolvencia.
De la misma manera, cualquier empresario debe ser consciente de que el hecho de no cumplir con las obligaciones de forma regular es una señal inequívoca de que pronto tendrá una situación financiera insostenible.
Por este motivo la actual legislación anima a estas empresas que todavía no están en una situación financiera de insolvencia, pero que pronto lo estarán, a declararse en concurso de acreedores.
Si eres el empresario y quieres solicitar el concurso, deberás expresar en la demanda si la situación es de insolvencia actual o inminente.
En la demanda de concurso deberás incluir:
- Quienes son los socios o administradores de la empresa.
- Si la empresa forma parte de un grupo de empresas.
- Adjuntar una memoria donde recoja el historial económico y jurídico de los últimos 3 años. Aportar el estado financiero actual, valoraciones y propuestas sobre la viabilidad del patrimonio de la sociedad.
- Incluir un inventario de bienes y derechos, detallando el valor de compra de estos y el actual. Deberá informar de si estos se encuentran gravados o tienen cargas, como podrían ser hipotecas o embargos.
- De manera conjunta tienes que presentar el listado de los trabajadores de la empresa y quién ejerce su representación, si hubiera órgano de representación de estos.
- Por último, debes presentar una lista detallada de los acreedores, junto con la cantidad adeudada y los vencimientos de los pagos a cada uno de ellos.
¿Qué pasará cuando tu empresa entre en concurso de acreedores?
Cuando tu empresa sea declarada en concurso de acreedores, se van a producir determinados efectos sobre diferentes esferas económicas relacionadas con la misma:
Efectos sobre la empresa deudora
Los efectos que la declaración en concurso tenga sobre la empresa deudora va a depender en gran medida del tipo de concurso de acreedores.
- Si el concurso es voluntario: La administración y disposición del patrimonio de la empresa quedarán en sus manos, pero sometido a la intervención de la administración concursal para llevarlas a cabo.
- Si el concurso es necesario: Directamente la administración y disposición sobre el patrimonio de la empresa quedan en manos de la administración concursal. Pasarás a no tener facultad de decisión alguna sobre el futuro de la sociedad.
Efectos sobre los acreedores de la empresa
Tras la declaración del concurso, todos los acreedores pasan a formar parte del pasivo del procedimiento concursal, excepto aquellos que señale expresamente la ley.
Se suspenderán las acciones ejecutivas contra los bienes de su empresa. Es decir, los embargos pendientes de ejecutar sobre su compañía se dejarán sin efecto.
Cualquier procedimiento en el que su empresa sea parte seguirá tramitándose hasta que se dicte la resolución final sobre el mismo.
Efectos sobre los créditos y deudas de la empresa
No podrán compensarse los créditos ni condonarse las deudas cuando su empresa entre en concurso.
Se suspenderá el devengo de intereses de estos créditos y por tanto su pago. Quedan excluidos los préstamos con garantía real, como las hipotecas, y los créditos salariales.
Desde la declaración del concurso hasta su finalización quedará suspendida la prescripción de las acciones que pudiesen tomarse contra la sociedad.
Efectos sobre los contratos en vigor
La declaración en concurso de acreedores no afectará a la vigencia de los contratos ni de las obligaciones que su empresa hubiese contraído.
Habrá que delimitar cómo afectan esos contratos a cuando su sociedad entre en concurso:
- Si es su empresa quien tiene la obligación de pagar a otra: esta deuda pasará a formar parte de la masa pasiva del concurso.
- Si es su compañía a quien se le deben abonar el pago: este importe pasará a formar parte de la masa activa.
Una de las cosas que más temen los administradores de empresas en concurso es que se pueda producir el desahucio del inmueble donde ejercen su actividad. Nada más lejos de la realidad. La administración concursal puede evitarlo restituyendo la vigencia del contrato. Pero deberán abonarse todos los impagos y costas que se produzcan con cargo a la masa del concurso.
¿Cómo termina un concurso de acreedores?
Quizá es la finalización del concurso es la parte más sencilla de entender. El Juez declarará finalizado el concurso de acreedores si se produce alguno de los siguientes hechos:
- Cuando se pagan todos los créditos pendientes a cada acreedor.
- Si no existen bienes suficientes para pagar a los acreedores.
- En el momento en que todos los acreedores renuncian al cobro de la deuda.
¿Qué debe hacer si su empresa empieza a tener una situación económica complicada?
Lo habitual cuando se empiezan a tener problemas económicos, tanto a nivel empresarial como en el personal, es esperar a que la cosa mejore. Y no mejora, claro.
Si su empresa comienza a no poder atender a los pagos corrientes, preocúpese. No va a ser cosa de una factura o dos. Cuando esto sucede es porque no ingresa más de lo que debe. No le dé más vueltas.
A partir de la primera vez que no pueda abonar sus facturas, trate de calcular si podrá soportar la situación otro mes más o, por el contrario, acumulará más deuda.
Las deudas tienen la facultad de crecer exponencialmente, no lo olvide. No pida préstamos para pagar deudas, acabará debiendo más dinero.
Cuando su empresa empiece a estar en esta situación solo tiene dos opciones y debe realizar ambas:
- Intentar sanearla, con lo que deberá desprenderse de algunos activos para poder contener la sangría.
- Aumentar los ingresos limitando al máximo los costes.
Si no cree que vaya a ser capaz de conseguirlo, la mejor opción será declarar a la empresa en concurso de acreedores para intentar mantenerla en pie.
Las declaraciones en concurso de empresas que están en situación de quiebra técnica solo refrendan su disolución.
El concurso de acreedores es el método adecuado para salvar empresas que comienzan a generar impagos por alguna situación económica que puede mejorar en el futuro.
No acudir a un concurso de acreedores creyendo que salvará su empresa puede ser un error. Los instrumentos legales están ahí para algo, úselos.
Déjame que como siempre acabe con una frase que te pueda hacer recapacitar. En este caso es de Benjamin Franklin:
Los acreedores suelen tener mejor memoria que los deudores