¿Qué vas a encontrar aquí?
A la hora de elegir un buen abogado las prisas son malas consejeras. Debes pararte a pensar y valorar varios aspectos del profesional que de verdad necesitas.
En tu vida, antes o después y sea por el motivo que sea vas a necesitar un abogado en alguna ocasión. Y haciendo alusión al refranero español “de todo hay en la viña del Señor”, como bien nos cuentan desde este despacho de abogados de Pamplona.
Cuando te llegue el momento deberás recurrir a un abogado que sea capaz de velar por tus intereses de manera profesional y humana.
La ayuda de un abogado es fundamental en multitud de ocasiones y este debe ser capaz de gestionar correctamente nuestra problema. Y lo debe hacer con la máximo profesionalidad, esmero y empatía.
¿Qué funciones desempeña un contador en una empresa? Descubre aquí los detalles
Qué es la Patria Potestad: una Guía para Padres y Tutores Legales
CÓMO ELEGIR UN BUEN ABOGADO QUE GESTIONE MI PROBLEMÁTICA ACTUAL.
Te mentiría si te dijese que es fácil elegirlo, pero tampoco te va a suponer un problema si sigues unos sencillos pasos.
Hablo cada día con unos cuantos abogados por el puesto de trabajo que ocupo y te puedo asegurar que al cabo de los años la experiencia es un grado.
Sabría decirte con casi total seguridad cuando hablo con un abogado si se preocupa por el cliente o si sólo quiere acabar cuanto antes para quitarse del medio el expediente.
Por eso a continuación te expongo una serie de pasos que me parecen fundamentales a la hora de elegir un buen abogado. De esta manera minimizarás riesgos y lamentaciones posteriores.
ESPECIALIZACIÓN Y EXPERIENCIA
Bajo mi punto de vista este es el principal error que comete la mayoría de la gente a la hora de elegir un buen abogado.
El boca a boca no es bueno siempre. Hay que tener cuidado con quién nos aconseja y de qué tipo de abogado nos está dando tan buenas referencias.
Lo digo por experiencia propia, conozco más de un caso en el que se elige un abogado porque me lo ha aconsejado “mi cuñado” y luego resulta que pierde el caso porque no conoce la materia al dedillo. Puede que sea muy buen abogado, pero lo será en otro ámbito jurídico.
Así que, lo primero elige a aquellos que sean expertos en la materia de la que trata tu asunto. Descarta al resto. No te veas obligado a elegir un abogado que no te asegure que conoce la materia al 100 %.
Ten en cuenta que tampoco es lo mismo contratar un “abogado civilista” para un asunto hereditario que a un “abogado experto en testamentos, herencias y donaciones”. El primero está englobando cientos de situaciones del ámbito civil diferentes y el segundo unas pocas muy concretas. Si tuvieses que realizar una repartición de herencia ¿a quién elegirías?
Si a esto le añades experiencia ya irás bien encaminado en tu elección. Pero tampoco te engañes, hay muchos abogados jóvenes que aun con pocos años de experiencia trabajan realmente bien.
En este último caso quiero echar una mano a estos abogados que llevan pocos años en el mercado laboral. Muchos abogados jóvenes suelen ser más dinámicos y dedicarse a menos asuntos, así que será más probable que se esfuercen mucho más en tu problema concreto.
Valora si la experiencia de los años o lo que se involucre te resulta más rentable.
Que la experiencia es un grado, sí, estoy de acuerdo, pero tampoco es la panacea. De verdad que hay abogados jóvenes muy buenos y muy bien preparados.
TESTIMONIOS, OPINIONES Y REFERENCIAS
Este punto sería el segundo que yo miraría.
En general y gracias a internet hoy en día tenemos acceso a muchos datos. En concreto necesitas saber las opiniones de los clientes de los abogados con los que te has quedado tras el primer descarte.
Nada mejor que ver su página web. Casi seguro que tienen testimonios colgados en ella que podrás leer.
No te fíes de testimonios escritos, deben ser testimonios reales. Lo suyo es que estos abogados tuvieran en sus webs pantallazos de emails, de su página de Facebook o videos con las opiniones.
Si solo tienen opiniones escritas a mano…desconfía.
Si ya te has leído algunas opiniones de las webs de estos abogados, ahora toca buscar más opiniones por internet. El Sr. Google nos expondrá las diversas opiniones que se tienen sobre un abogado. Y sino las encuentra no podrás comparar. Y sino puedes comparar no vas a estar viajando de despacho en despacho para valorar.
El boca a boca en busca de opiniones es peligroso. Yo personalmente no confío nada en el boca a boca. La gente no te da una opinión real sino una subjetiva y lo que tú necesitas es una dosis de realidad.
Una buena opinión es aquella que quien te la da no está involucrado emocionalmente con el abogado, de lo contrario esta opinión estará sesgada, tanto si es positiva como negativa. Y en el boca a boca las opiniones suelen ser emocionales.
Sin embargo en internet opinamos sin miedo y damos testimonios más reales y confiables.
Valora toda la información que saques aquí y vuelve a descartar aquellos abogados que no te interesen.
DISPONIBILIDAD Y ACCESIBILIDAD
Te preguntarás ¿por qué pongo este paso en tercer lugar si casi que debería ser el primero?
Pues es sencillo, en el mundo y sociedad actual para la gran parte de los casos no es necesario que un abogado se encuentre cerca de ti de manera física. Lo que quiero decir es que si vives en Logroño, puedes contratar perfectamente un Abogado de Pamplona si crees que será más beneficioso para resolver tu caso.
Es verdad que muchas personas seguirán prefiriendo ir al despacho del abogado de manera física, pero bajo mi punto de vista y en la actualidad esto es más bien secundario.
Se pueden mantener reuniones muy profesionales a través de internet. No hace falta realizar desplazamientos que solo conllevan pérdidas de tiempo. Y más cuando estás buscando abogado.
De hecho enmarco la disponibilidad junto con la accesibilidad gracias a las grandes posibilidades que nos da internet.
Un abogado deberá ser accesible cuando quieras reunirte con él por alguna cuestión relacionada con tu problema. Si tanto el abogado que contrates como tú podéis mantener una reunión desde cualquier punto del mundo en el que te encuentres el problema de la accesibilidad se reduce a que ambos tengáis 5 o 10 minutos. Se evitan desplazamientos incómodos y pérdidas de tiempo absurdos.
Imagina que necesitas hacerle una consulta a tu abogado y este está en Zaragoza atendiendo un asunto y no vuelve hasta dos días después a tu ciudad.
¿No es más lógico poder reunirse a través de una videollamada de 15 minutos donde le cuentes lo que necesitas de él? Sino tendrías que esperar 2 días en reunirte con él y eso sino tiene la agenda llena.
PRIMERA IMPRESIÓN, LA HONRADEZ
Una vez reducido el número de abogados candidatos toca entrevistarse con ellos.
Aquí no debes ser exigente, es como ir a un médico privado. Unos cobrarán la primera consulta y otros no y por ello no los debes descartar. Debes analizar bien a cada uno de los candidatos a ser tu abogado.
Cobrar la primera visita ni es signo de honradez ni de profesionalidad, pero no cobrarla tampoco da fe de nada.
Así que ponte manos a la obra y concierta una reunión con los 3 o 4 abogados que te interesen.
En primer lugar no confíes en un profesional que a la vez que te atiende está a otras cosas, ya sea contestando emails o atendiendo llamadas telefónicas. Debe estar atento a tu consulta, a nada más.
No te fíes de aquellos que te aseguran la victoria al 100 %. Directamente esto es mentira, siempre hay posibilidades de perder.
Busca a aquel abogado que te oriente sobre las posibilidades reales de poder ganar o llegar a un buen acuerdo. Que te explique las dificultades y las herramientas jurídicas que puede emplear para intentar que salgas beneficiado.
De manera más simple, que te hable en tu idioma y que sea honrado y realista. Si te tiene que decir que no tienes prácticamente posibilidades debe decírtelo.
Y por supuesto no firmes nada en esta primera reunión, da igual la prisa que tenga el abogado, quien decide eres tú.
Es fundamental salir con una buena primera impresión de esta primera reunión para poder decidir posteriormente.
Ten en cuenta que tus prisas luego no las va a tener el sistema judicial, así que tómate tu pequeño lapso de tiempo para decidir.
EMPATÍA Y CONFIANZA
Como ya te he adelantado la primera reunión que tengas con los abogados que han quedado tras los primeros descartes es fundamental.
Un punto fundamental que valorarás sin ni siquiera darte cuenta es la empatía y la confianza que te genera el profesional.
Quizá sea el punto clave a la hora de elegir un buen abogado. Si sales de la reunión con desconfianza hacia el Letrado no lo vas a elegir en la vida.
Para generar confianza el abogado ha debido ponerse en tu lugar, lo debes sentir, debes apreciar que se molesta por tu problema y que lo entiende.
Esto es la empatía, y empatizar genera confianza.
HONORARIOS
Este punto más que un punto clave es una cuestión de posibilidades.
Hay abogados que pretenden cobrar unas minutas estratosféricas debido a que se consideran muy buenos o que se han gastado una pasta en publicidad y son conocidos. No te fíes.
No debes confiar ni en quien te quiere cobrar mucho ni en quien quiere tirar los precios. De hecho siempre está el Colegio de Abogados para consultar si una minuta es apropiada o no al trabajo que abogado debe realizar.
Tendrás que mirar el coste que te supondría perder el proceso y las posibilidades de ganar. Y para esto debes sumarlo todo.
Si pierdes, a la minuta de tu abogado y procurador debes sumar la del abogado y procurador contrarios.
Si ganas el coste de tu abogado, en su mayor parte, quedará cubierto porque será el contrario quien pague tu abogado y procurador.
Pero no siempre se condena en costas. Cuando se llegan a acuerdos, en pocos casos hay que abonar los costes del abogado y procurador contrarios (depende del caso), pero si tendrás que pagar a tu abogado.
El abogado deberá pasarte un presupuesto y ceñirse a él. Valora el coste, tus posibilidades económicas y compáralo con los demás abogados con los que te entrevistes y, si puedes, con algunos más. Entonces y solo entonces decide.
TIPO DE BUFETE O DESPACHO
Este último paso depende mucho del asunto o problema por el que hayas tenido la necesidad de contratar un abogado.
No soy mucho de aconsejar grandes bufetes de abogados, ni siquiera para empresas. De hecho ya hay empresas que consiguen abogados muy muy muy especializados para cada cuestión empresarial. Sin necesidad de recurrir a un bufete.
Un bufete puede tener muy buenos abogados, pero se suelen dedicar a muchos asuntos. Todo bufete de abogados al fin y al cabo es una empresa que necesita beneficios para sus socios. Si hay que reducir algún coste, como cliente puedes salir perjudicado.
Es verdad que, dependiendo de tu problemática quizá puedas salir beneficiado contratando un bufete que esté especializado en varios ámbitos. Puede que el abogado que se te asigne tenga que realizar alguna consulta a algún compañero de otro ámbito jurídico y nada mejor que tenerlo al lado.
De todas maneras, contrates lo que contrates, lo que sí debes tener claro es que se te asigne un abogado especializado y que sólo hables con él. Nada de que tu asunto lo tengan entre dos o tres abogados cada uno en una fase, eso no funciona.
Los procesos hay que conocerlos desde el principio hasta el final y lo mejor es tener a la misma persona a tu disposición.
Por último quiero remarcar esta afirmación de J.P. Morgan para que la tengas en cuenta a la hora de elegir un buen abogado, léela atentamente y piénsalo bien:
Bueno, no sé para que quiero un abogado que me diga lo que no puedo hacer. Lo contrato para que me diga cómo hacer lo que quiero hacer
[INSERT_ELEMENTOR id=»9836″]